El Rumbo del Errante

El Rumbo del Errante

jueves, 15 de septiembre de 2016

-(no) ¡Es para allá!

hoy no quiero salir del lugar donde estoy estancado. si mi vida fuera la senda del perdedor no lo sería, por esa manía suya de llevar a algún lado. no.
lo mío es más sencillo que transitar una senda; lo mío es mucho más fácil. lo mío consiste en sentarme al borde de ese camino mientras fumo y envejezco y desperdicio mi existencia, dentro de estos límites absurdos. lo mío consiste en verlos pasar, verlos caminar con esmero hacia algún lado, hacia algún alguien, ¿dónde?,¿quién?; ningún lado, nadie. 
me siento al lado del camino y, día tras día, respiro e inhalo este humo alternativamente. cada vez que algún transeúnte me pide una indicación sobre para qué lado seguir, intento confundirlo. no para que pierda su camino, como un juego. los solitarios que nos quedamos cerca de la ruta a veces nos aburrimos. 
no soy dueño de la verdad, no tengo la clave de adónde conviene ir, pero sospecho que este camino lleva a la nada, a una vida y muerte sin gloria, a un falso destino lleno de placeres supérfluos y punto. sospecho que ahí va esta senda a la que nos escupen al nacer, y no quiero -me rehuso- a ir. prefiero quedarme, ¡oh, placer elíptico!, fumando y envejeciendo, desperdiciando mi existencia, dentro de estos límites absurdos; pero quieto. sin moverme. sintiendo el humo raspar mi garganta y confundiendo a los valientes e ignorantes pasajeros. 
-¡es para allá!

Ilustración de la maravillosa ClariSolar

domingo, 5 de junio de 2016

cuando todo tembló, ella

cuando todo tembló, yo casi me caigo. fui tambaleando hasta su lado. era -y puede que siga siendo- intimidantemente bella. pero estaba demacrada. me miró a los ojos. y me desnudó hasta los huesos. ahí vio lo que nadie, nunca, había visto. aún así me dijo 'hola'. 'tienes lindos ojos'. '¿no te molesta el pelo largo?'.  ella que era intimidantemente bella. ella, que estaba -y, probablemente, siga estando- demacrada. ella me miró. y me desnudó hasta los huesos. ella se fijó en mis ojos. ella se preocupó por mi pelo. ella, que miró donde nadie, jamás, había visto. y aún así dijo 'hola'.

lunes, 25 de abril de 2016

quiero hacerte una canción de amor


contigo quiero explorar el límite entre lo crudo y morboso.
en ti atravesar la barrera entre romance y obscenidad.

quiero ver donde nadie te haya visto,
aunque te hayan visto entera antes.
quiero llegar donde ni tú misma has llegado,
donde no has podido imaginar.
quiero bañarme en tu lado más amargo, el más amargo,
y
que la humillación sea combustible de lo que sigue.

quiero ver el reflejo de la vergüenza en tus ojos
mientras miras los míos, y ellos se reflejan también.
quiero conocer lo que te da asco y saber por qué.
quiero conocer lo que te da miedo y por qué.
quiero conocer lo que te duele y saber por qué.
quiero que todo eso esté en el aire - húmedo y espeso-,
quiero que quieras salir, 
quiero que salgas.
y quiero que dejes la puerta abierta, para verte cuando vuelvas a entrar. 

quiero escuchar el más oscuro y podrido de tus secretos
y seguir
escuchándote hasta que tu historia y tu mente y tú misma
se revelen desnudas ante mí; 
y poseerlas a todas, por un solo día.

quiero, a la mañana siguiente,
volver caminando a mi casa - chupando mi cigarrillo-,
pensando en cómo pondré todo esto en palabras,
y en si podré encontrar tus acordes para hacer,
al fin,
una canción de amor

jueves, 31 de marzo de 2016

Mala suerte en el juego

Me dijo: Me llamo Alondra. Como jugando, me enamoré de ella. Luego cayó inconsciente. Me fui caminando hasta mi casa porque, últimamente, no tengo buena suerte en el amor.